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Cuando se produce una ruptura matrimonial o de pareja y existen hijos menores, uno de los puntos más controvertido entre las partes es, establecer qué sistema de guarda se va a ejercer.
En la mayoría de casos, debatimos sí lo más beneficioso para el menor es una guarda monoparental o bien, una custodia compartida. A pesar de ser los más comunes, en ocasiones nos encontramos con casos especiales en que ni uno ni otro sistema se adapta a las necesidades del menor.
Por ello, en este post de Verum Advocats, vamos a hablar de la custodia compartida progresiva. Una medida no muy conocida, pero cada vez más aplicada y más útil. Nuestros abogados expertos en custodia compartida si quieres te asesorarán de manera cercana y especializada para encontrar el mejor sistema que se adapte no solo a las necesidades del menor sino también a la de los progenitores.
¿En qué consiste la custodia compartida progresiva?
La custodia compartida progresiva es un sistema de guarda que se encuentra a medio camino de la monoparental y de la custodia compartida.
Este tipo de sistema, se inicia con una guarda monoparental (normalmente para la madre) pero con un amplio y progresivo régimen de visitas a favor del otro progenitor (normalmente para el padre), con la finalidad de alcanzar una custodia compartida.
Casos en que se recomienda una custodia compartida progresiva
Como en todos los supuestos, debe analizarse caso por caso qué es lo más beneficioso para el menor. Aún así, los supuestos más recomendables para aplicar una custodia compartida progresiva son:
Menores lactantes
Cuando se produce una ruptura y hay hijos menores lactantes, realizar una guarda compartida es inviable dado que el menor depende físicamente de la madre.
A pesar de ello, hay progenitores que miran con perspectivas de futuros y quieren que pasados unos años, el menor este con ambos por tiempos equivalentes.
En estos casos, el sistema de custodia compartida progresiva es muy adecuada y útil.
Se iniciaría con una guarda monoparental a favor de la madre y un régimen de visitas amplio para el padre introduciendo de manera progresiva las jornadas diarias completas y pernoctas hasta alcanzar la custodia compartida.
Los profesionales recomiendan que el lactante pase tiempo frecuente y diario con el otro progenitor para que no lo vea como un «extraño».
Por ello, lo ideal sería diseñar varias fases atendiendo a su edad, de manera progresiva, el menor vaya pasando más tiempo con el otro progenitor y se vaya forjando un vínculo efectivo entre ambos.
Progenitores que antes de la ruptura han pasado poco tiempo con sus hijos
Nos encontramos en que, el menor no se encuentre acostumbrado a pasar tiempo con uno de los dos progenitores.
En estos casos, los profesionales recomiendan que se establezca un sistema progresivo en que el menor, poco a poco, vaya habituándose al otro progenitor, adaptándose, paulatinamente, a las nuevas circunstancias.
Lo que se suele realizar en estos casos es, establecer una guarda monoparental a favor del progenitor con el que el menor tiene un mayor vínculo y un régimen de visitas a favor del otro progenitor.
A medida que el menor se vaya adaptando, se irá ampliando el régimen hasta alcanzar una custodia compartida.
Se recomienda que el periodo de adaptación sea entre 6 meses y un año para evitar cambios traumáticos al menor.
¿Qué dicen los Tribunales de la custodia compartida progresiva?
No existe un criterio unánime por los tribunales sobre con qué edad es recomendable la práctica de un sistema de guarda custodia compartida.
Hay tribunales que consideran que a partir de los 3 años, puede realizarse una custodia compartida, ya que el menor puede pernoctar fuera de la que había sido hasta hora la vivienda habitual.
Otros consideran que antes de los 2 años, ya puede introducirse varias pernoctas a favor del otro progenitor para ir forjando el vínculo paterno filial.
Aún así, cada vez es más frecuente que se valore la posibilidad de establecer guardas compartidas de manera gradual en casos de lactantes, causas penales previas o cuando el menor no está acostumbrado a pasar tiempo con el otro progenitor.
En aras de seguridad jurídica, sería necesario que un alto tribunal se manifestara sobre este extremo para evitar contradicciones de los tribunales inferiores.
Conclusiones sobre este sistema de custodia
Este sistema de custodia compartida progresiva, puede ser muy beneficiosa para el menor. Poco a poco, el menor se irá adaptando a la nueva situación hasta conseguir instaurar una custodia compartida al completo.
No existe unanimidad sobre cuando iniciar una custodia compartida en menores de edades cortas. Por ello, es muy importante que se analice el caso concreto.
Antes de tomar cualquier decisión, es recomendable informarse previamente para tomar la medida más adecuada al caso y, sobre todo, más beneficiosa para el menor.
- Abogada colegiada n. 2.674 del Il.lustre Col.legi d’Advocats de Terrassa.
- Graduada por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2017.
- Master en derecho de familia y sucesiones por el Il.lustre Col.legi d’Advocats de Barcelona.
- Cofundadora y socia de Verum Advocats.